martes, 16 de agosto de 2011

Ciencia Política

LA NOCIÓN DE CIENCIA POLÍTICA VARÍA EN FUNCIÓN DE QUÉ SE ENTIENDA POR CIENCIA Y QUÉ POR POLÍTICA.
UNA HISTORIA DE LA CIENCIA POLITICA SE REDUCE A UNA HISTORIA DE DOS VOCES: LA DEL CONCEPTO DE CIENCIA POR UN LADO, Y LA DEL CONCEPTO DE POLÍTICA POR EL OTRO.
ESTA DIVISION ES NECESARIA NO SOLO PORQUE CIENCIA Y POLITICA SON VARIABLES QUE HAN CAMBIADO MUCHO, SINO TAMBIÉN PORQUE VARIARON EN ÉPOCAS DIFERENTES Y CON DIVERSAS VELOCIDADES.

EL SIGNIFICADO CLÁSICO Y MODERNO DE POLÍTICA

Derivado de “Polis” (polítikos) que significa todo lo que se refiere a la ciudad, y en consecuencia ciudadano, civil, público, etc., el termino política ha sido transmitido por influencia de la gran obra de Aristóteles titulada Política, que debe ser considerada como el primer tratado sobre la naturaleza, funciones, las divisiones del Estado y sobre las varias formas de gobierno, predominantes en el significo del arte o ciencia del gobierno, es decir de reflexión, sin importar si con intenciones meramente descriptivas o incluso prescriptiva sobre las cosas de la ciudad.
Por siglos se ha empleado el término política predominantemente para indicar obras dedicadas al estudio de aquella esfera de actividad humana que de alguna manera hace referencia a las osas del estado. En la Edad Moderna el término perdió su significado original, poco a poco sustituido por otras expresiones como “ciencia del estado”, “doctrina del estado”,  “ciencia política”, etc., se emplea comúnmente para indicar la actividad o el conjunto de actividades que de alguna manera tienen como término de referencia la polis, es decir el estado.

*     FORMAS DE PODER (TIPOLOGIA CLÁSICA)
El concepto de política entendida como forma de atividad o de práxis humana está estrehamente vinmculado con el de poder. El poder ha sido definido tradicionalmente como “consistente en los medios para obtener alguna ventaja” (Hobbes)
Siendo uno de estos medios el dominio sobre otros hombres (además del dominio sobre la naturaleza), el poder se define a veces como una relación entre dos sujetos de los cuales uno impone al otro su voluntad y le determina a su pesar el comportamiento; pero como el dominio sobre los hombres generalmente no tiene un fin en si mismo sino que es un medio para obtener “alguna ventaja” o más exactamente los “efectos deseados”, al igual que el dominio sobre la naturaleza, la definición del poder como tipo de relación entre sujetos debe integrarse con la definición del poder como la posesión de los medios que permiten conseguir, “alguna ventaja” o los “efectos deseados”.  El poder político pertenece a la categoría del poder de un hombre sobre otro hombre. Esta relación de poder se expresa en muchas formas, se reconoce fórmulas típicas del lenguaje político: relación entre gobernantes y gobernados, entre soberano y súbditos, entre el estado y los ciudadanos, etc.
Hay varias formas del poder del hombre sobre el hombre; el poder político es solo una de éstas.
- En la tradición clásica remontándonos especialmente a Aristóteles encontramos tres formas de poder: EL PATERNO, EL DESPÓTICO y EL POLÍTICO.
Aristóteles basa la distinción de estos en el interés: el paterno se ejerce a favor del hijo, el despótico en interés del patrón, el político en interés del que gobierna y de quien es gobernado.
El criterio que utilizaron los iusnaturalistas fue el del fundamento o del principio de legitimación: el fundamento del poder paterno en la naturaleza, el del poder despótico el castigo por el delito cometido, el del poder civil el consenso.

*     FORMAS DE PODER (TIPOLOGÍA MODERNA)
Parece ser más conveniente clasificar las formas de poder basándose en los medios de los cuales se sirve el sujeto activo de la relación para condicionar el comportamiento del sujeto pasivo.
Basándonos en esto encontramos tres clases: EL PODER ECONÓMICO, EL PODER IDEOLÓGICO y EL PODER POLÍTICO.
El económico, utiliza la posesión de ciertos bienes, necesarios o supuestos tales, en una situación de escasez, para inducir a aquellos que no lo poseen a tener una cierta conducta, que consiste especialmente en la ejecución de un cierto tipo de trabajo. En la posesión de los medios de producción reside una enorme fuente de poder por parte de aquellos que los poseen.
El ideológico, se basa sobre la influencia que las ideas formuladas en cierta manera, emitidas en ciertas circunstancias por una persona investida con una cierta autoridad, difundidas con ciertos procedimientos, tienen sobre la conducta de los asociados. Nace la importancia social en todo grupo organizada de aquellos que saben, conocedores, sean sacerdotes en sociedades arcaicas, o intelectuales o científicos de las sociedades evolucionadas, porque a través de estos y de los valores que ellos funden se cumple el proceso y la socialización necesaria para la cohesión y la integración del grupo.
El poder político, se basa sobre la posesión de los instrumentos a través de los cuales se ejerce la fuerza física (las armas de todo tipo y grado): es el poder coactivo en el sentido más estricto de la palabra.
Las tres formas de poder instituyen y mantienen una sociedad de desiguales, es decir dividida entre ricos y pobres en base al primero, entre conocedores e ignorantes en base al segundo, entre fuertes y débiles en base al tercero, etc.
El poder político es en toda sociedad de desiguales el poder supremo, el poder al cual todos los demás están de alguna manera subordinados.
Esta distinción entre los tres tipos de poder social se encuentra de diferente manera en la mayor parte de las teorías sociales contemporáneas, el sistema social aparece articulado en tres subsistemas principales, la organización de las fuerzas productivas, la organización del consenso y la organización de la coacción.
De todo esto se puede extraer: que las complejas y tortuosas vicisitudes de la idea de política van más allá de la palabra política, en todas las épocas y en mil aspectos. La política de Aristóteles era a la vez una antropología; ligada indudablemente al “espacio” de la polis. Caida la polis, la politicidad se atenúa, transformandose en otra. Por un lado, la politica se juridiza (direccion del pensamiento romano). Por otro lado la politica se teologiza, primero adecuandoise a la vision cristiana del mundo, después en relacuion con la lucha entre el papado y el Imerio, y por ultimo en funsion de la ruptura entre el catolicismo y el protestantismo.  El discurso sobre la politica se configura como un discurso que es etico-político.

EL PODER POLÍTICO

El hecho de que la posibilidad de recurrir a la fuerza sea el elemento distintivo del poder político respecto de las otras formas de poder, no quiere decir que el poder político se resuelva en le uso de la fuerza: es una condición necesaria pero no suficiente para la existencia del poder político. No cualquier grupo social capaz de usar incluso con cierta continuidad, la fuerza (una asociación para delinquir) ejerce un poder político. Lo que caracteriza al poder político es la exclusividad del uso de la fuerza respecto de todos los grupos que actúan en un determinado contexto social, y existe una monopolización de la posesión y del uso de los medios con los cuales es posible ejercer la coacción física.
Es clásica la definición de M. Weber: “por estado debe entenderse una empresa institucional de carácter político en la cual el aparato administrativo tiene un éxito una pretensión de monopolio de la coerción física legitima, en vista de la actuación de los ordenamientos”.
Las autoridades políticas y solo ellas, tienen el derecho predominante aceptado de usar la coerción y de ordenar obediencia en base a la misma.
No hay ningún grupo social organizado que haya hasta ahora podido permitir la desmonopolización del poder coactivo, acontecimiento que significaría ni más ni menos que el fin del estado y que en cuanto tal constituirá un verdadero salto cualitativo fuera de la historia en el reino sin tiempo de utopia.

EL FIN DE LA POLÍTICA

Respecto a  la política y sus fines la única cosa que puede decirse, es que si el poder político es debido al monopolio de la fuerza, el poder supremo en un determinado grupo social, los fines que se persiguen a través de la obra de los políticos son los fines que un determinado grupo social consiste toda vez preeminentes. Ejemplo: en épocas de lucha social y civil, la unidad del estado, la paz, el orden público, etc.
Los fines de la política son tantos como tantas son las metas que un grupo organizado se propone, según los tiempos y las circunstancias.
Puede hablarse correctamente al menos de un fin mínimo de la política: el orden público en las relaciones internas y la defensa de la integridad nacional en las relaciones de u  estado con los otros estados. Este fin es mínimo porque es la condición para el logro de todos los demás fines y es por lo tanto compatible con los demás.

LO POLÍTICO Y LO SOCIAL

Contrariamente a la tradición clásica según la cual la esfera de la política, entendida como esfera de todo lo que afecta a la vida de la polis, incluye todo tipo de relaciones sociales, lo “político” coincide con lo “social”; la categoría de la política en la actividad que tiene una relación con la organización del poder coactivo significa restringir el ámbito de lo “político” respecto de lo “social”.
Si por una parte la filosofía política se basa en el estudio de la estructura de la polis y de sus varias formas históricas o ideales; la filosofía política pos clásica está caracterizada por la continua búsqueda de una delimitación de lo que es político, respecto a lo que no es político, por una reflexión continua sobre lo que distingue la esfera del estado del no estado, entendiéndose la no política o no estado tanto la sociedad religiosa como la sociedad natural.
EL DESCUBRIMIENTO DE LA SOCIEDAD
Hasta ahora hemos examinado diversidad: la que hay entre política y moral. El paso más difícil es el de establecer la diferencia entre Estado y sociedad. Desdoblamiento entre la esfera de la política y la esfera de la sociedad.
La separación fue lentísima.
La verdad es que la autonomía de la sociedad con respecto al estado presupone otra diferencia: la de la esfera económica. La separación de lo social con respecto a lo político supone la diferencia entre la política y la economía. Esta es la vía maestra. Son los economistas –Smith, Ricardo, y en general los liberales- los que muestran como la vida en sociedad prospera y se desarrolla cuando el estado no interviene; la vida en sociedad encuentra en la división del trabajo su propio principio de organización. Las leyes de la economía no son leyes jurídicas, son leyes de mercado.
Los economistas del siglo XVIII y XIX son los que proporcionaron una imagen tangible, positiva, de una realidad social capaz de autorregularse.
La sociedad se configura como una realidad tan autónoma que puede volverse objeto de una ciencia en si misma, que Comte bautizo con el nombre de “Sociología”. La declara también la reina de las ciencias. La sociedad no es solo un sistema social diferente, independiente y autosuficiente con respecto al sistema político. Hay mucho mas todavía; el sistema social es el que genera el sistema político.

POLÍTICA Y MORAL

La política y la moral tienen en común el dominio sobre el cual se extienden, que es el dominio de la acción y de la praxis humana.
Se sostiene que se distinguen entre sí por el distinto principio o criterio de valoración y de justificación de sus respectivas acciones, con la consecuencia de que lo que es obligatorio en moral no quiere decir que es obligatorio en política; y aquello que es lícito en política no está dicho que sea licito en moral; o que puede haber acciones morales que son impolíticas, y acciones políticas que son inmorales.

AUTONOMÍA DE LA POLÍTICA

Comienza a hablarse a fines del siglo XIX de una ciencia autónoma. Cuando hablamos de autonomía de la política, la autonomía no debe entenderse como forma absoluta, sino relativa.
Se pueden sostener al respecto cuatro tesis: 1) la política es diferente; 2) la política es independiente (es decir que sigue leyes propias); 3) es autosuficiente (autosuficiente en cuanto alcanza para explicarse a sí misma); 4) que es causa primera (una causa generadora no de si misma sino también de todo el resto, dada su supremacía).
Afirmar que la política es diferente lleva a preguntarse ¿Diferente de que? ¿Hasta que punto?
*              Con Maquiavelo la política se diferencia de la moral y de la religión. La moralidad y la religión son ingredientes de la política. Maquiavelo no se limita a señalar la diferencia entre la política y la moral; llegó a proclamar una vigorosa afirmación de autonomía: la política tiene sus leyes, leyes que el político “debe” aplicar.
En este sentido es que Maquiavelo -no Aristóteles- “descubre la política”. Maquiavelo no fue filósofo, y precisamente por eso pudo alcanzar la visión directa que solo obtienen los que comienzan o recomienzan. Por otra parte, cuando se sostienen que Maquiavelo no fue ni filosofo ni científico no se le regatea nada a su estatura, y hasta quizás se puede comprender mejor como llego al descubrimiento de la política. A este respecto, resulta instructivo comparar a Maquiavelo con Hobbes.
*              Hobbes teoriza una política todavía aun más “pura” que Maquiavelo. Si el Príncipe de Maquiavelo gobernaba aceptando las reglas de la política el Leviatán de Hobbes gobernaba creándolas, estableciendo que es la política. El mundo del hombre es infinitamente manipulable, y el Leviatán es un manipulador exclusivo y total. Nadie ha teorizado una polinización tan extrema como Hobbes. El nos planteaba únicamente la absoluta independencia y autarquía de la política sino que afirmaba que todo lo reabsorbe y lo genera a partir de la política.

LA IDENTIDAD DE LA POLÍTICA

La política no se consideró únicamente diferente de la moral; también se la diferenció de la economía. No incluyó ya dentro de sí al sistema social. Se desataron también los vínculos entre política y derecho, un sistema político ya no fue visto como un sistema jurídico.
La política resulta diferente a todo.
En la actualidad se registra un hecho nuevo: la democratización, o mejor la masificación de la política. Las masas ahora entran en la política; y con intenciones de estabilidad para quedarse. La democratización, masificación de la políticas supone no solo su difusión, y si se quiere su dilución, sino sobre todo su ubicuidad. Después de milenios de relativa quietud.
En la medida en que estado se extienda los procesos políticos no podrán ser situados ya en ele ámbito del estado y sus instituciones. De hecho y por consecuencia el concepto de estado se amplia, y es sustituido por el concepto bastante más elástico y abarcador del “sistema político”.
El sistema político no solo se descompone en “subsistemas”.
No es exacto imputarle a la ciencia política contemporánea al encerrarse en una visión demasiado estrecha de lo que es la política. Consideremos dos procesos electorales, que ejemplifican el nexo entre la democratización de la política y la recuperación de la dimensión horizontal en política. No es verdad que los procesos electorales escapen a la orbita del discurso vertical. Los procesos electorales son un método de reclutamiento de personal que ira a ocupar posiciones políticas.
El punto a establecer es que no debemos confundir los resortes del poder o la influencia sobre el poder, obtener poder; así como debemos distinguir el como y el donde se genera el poder político, del como y donde se lo ejerce.
La noción de sistema político tiene la elasticidad de necesaria para abarcar una basta y variada difusión del poder.
Es particularmente el caso de las “corporaciones gigantes”; un poder sin propiedad, pero no obstante un poder económico. Condicionar e influir sobre el poder político no es lo mismo que ejercerlo. Por mas que las corporaciones gigantes los poderes sindicales, lleguen a ser influyentes, no quiere decir que su poder sea” soberano”, que esté sobre agregado al poder político. Un sistema político funciona, las órdenes son y siguen siendo los discados que emanan del propio dominio político. Solamente las decisiones políticas se aplican con fuerza, coercitiva a la generalidad de los ciudadanos. Las decisiones políticas abarcan materias muy diferentes; pueden ser de política económica, de política del derecho, de política social, de política religiosa, etc. Si todas estas decisiones son inicial y básicamente política es por el hecho de que son adoptadas por un personal situado en el dominio político.


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